viernes, 5 de abril de 2013

INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO COMUNITARIO



Intervención psicosocial comunitaria: Para realizar intervención psicosocial comunitaria, primero tendremos que reconocer que el hombre como ser social, crea y recrea la sociedad a la cual pertenece, la misma que lo regula a través de sus diferentes normas. Es así, como la concepción de la sociedad ha evolucionada como ella misma a través de las diferentes épocas. En Roma por ejemplo, se concebía la sociedad como, un grupo voluntario de personas que tienen objetivos compartidos, para Aristóteles la sociedad era un organismo vivo, mientras para el cristianismo representado por Tomas de Aquino, la sociedad era una totalidad orgánica, regulada por fuerzas trascendentes.

Durante el siglo XVI, se concibe a la sociedad como una totalidad en construcción de orden artificial, en la época de la industrialización el concepto de sociedad está definida como el conjunto de productores y no productores, mientras Augusto comte enmarca las sociedades determinadas por el tiempo y el espacio, de donde se originarían las sociedades estáticas y dinámicas.

Es apenas en el siglo XIX, cuando la sociedad se concibe como conjunto de relaciones sociales observables, como una totalidad de estructuras sociales independientes, conceptos influenciados desde el funcionalismo por el positivista Emilio Durkheim, quien marca lineamientos importantes, para diferenciar sociedad de comunidad, asignando a esta última como un subconjunto de la sociedad con construcciones colectivas en común. Ya para el siglo XX, hasta hoy la sociedad es un sistema de convivencia entre diferentes personas y grupos con una estructura específica, la cual conforma la base de la dinámica social, al interior de la cual se desarrollan diferentes roles, de tal manera que, la dinámica social es, la interacción que se dan entre los individuos y los diferentes grupos o parcialidades de la sociedad a través de las cuales se expresan los diferentes requerimientos sociales.

Desde esta concepción, la intervención comunitaria atañe tanto a la sociedad como a la comunidad, ya que las sociedades se clasifican y determinan de diversas maneras, según el punto de vista desde el que se inspeccionen, teniendo en cuenta que, éstas se diferencian mas por su propia cultura, que por sus diferentes estructuras o funciones.

Lo que si se considera pertinente al momento de realizar cualquier intervención comunitaria es diferenciar las sociedades simples, de las sociedades complejas, ya que las primeras aluden a grupos sociales relativamente pequeños y geográficamente delimitados, cuyos miembros observan interacción directa entre ellos, comparten la misma herencia social, con predominancia de esfuerzos cooperativos, además de que la especialización en su interior es poca y se gesta en ella unidad social cohesiva, donde las tradiciones controlan el comportamiento de los miembros
del sistema social, de tal modo que la cultura permea la mayoría de los comportamientos, los cuales están relacionados más con lo sagrado que con las creencias y valores seculares, aspectos, que hacen que allí las personas generen dependencia unas con otras y se rijan generalmente por valores tradicionales y por costumbres no formales.

En contraposición a las sociedades simples, las sociedades complejas, se caracteriza por, habitar en espacios geográficamente próximos, porque sus miembros sostienen poca interacción unos con otros, a tal punto de tocar el anonimato, la interdependencia esta basa en la funcionalidad y en la realización de tareas especializadas, lo que hace que el esfuerzo cooperativo sea poco.

 Además de que las sociedades complejas se caracterizan por observar un profundo cambio cultural de una generación a otra, tener diversidad cultural con presencia de subculturas, (las cuales algunas veces son más fuertes que los lazos del sistema cultural principal), construir vínculos familiares inestables, poseer variabilidad en la movilidad social y rigidez en su accionar interno; Aspectos que favorece en gran parte la desintegración de estas sociedades, las cuales a su vez suelen observar comportamientos inscritos dentro de la instrumentalidad, pues para los miembros de las sociedades complejas, la reflexión y experimentación son instancias no solo deseables sino necesarias y la riqueza es eje posibilitador de estatus, de poder político, socioeconómico y de prestigio social.

Por consiguiente en este tipo de intervención psicosocial, el sujeto a la vez que es protagonista de su desarrollo es coparticipe del desarrollo de otros, en tanto participa en el control de su entorno a la par que trabaja por sus propios objetivos, lo que va en la vía de la promoción de la salud y el bienestar individual y colectivo.

Dado que, la intervención psicosocial en la comunidad enfatiza sus metas en el incremento del bienestar social y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos que la conforman, bajo una acción orientada por la promoción de la competencia de los grupos y las comunidades buscando estudiar sus problemas y generar recursos para superarlos, le resulta inherente a su accionar el trabajo de investigación social e intervención comunitaria, desde una perspectiva preventiva y proactiva, óptica desde la cual una de las finalidades más importantes de la intervención psicosocial con las comunidades es la prevención, focalizada en grupos de riesgo o grupos significativos con respecto a una determinada problemática tratada. 

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