lunes, 8 de abril de 2013
viernes, 5 de abril de 2013
INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO ORGANIZACIONAL
La psicología organizacional es el estudio
científico del comportamiento humano en las organizaciones. Tiene como métodos
principales la observación y la experiencia ya que se pueden medir y registrar.
Ello significa que sus procedimientos y resultados
son objetivos ya que se requiere que los hechos observados sean públicos y
confirmables. La psicología organizacional, con sus métodos y procedimientos
tiene la misma categoría que cualquier ciencia, pues se conoce por sus métodos
y no por su objeto.
Cuando un psicólogo organizacional observa el
comportamiento de los trabajadores, lo hace siguiendo las tradiciones más
comunes de la ciencia: objetiva, imparcial y sistemática. Si su método es
objetivo también lo es el objeto de su observación, la conducta humana.
La conducta externa es el único aspecto de la
existencia humana susceptible de ser observados, medidos y registrados con
objetividad. No obstante también se ocupa de las dimensiones intangibles del
ser humano: motivaciones, emociones, ideas y deseos.
No es posible observar directamente estas facetas
de nuestra vida interior o subjetiva, pero si inferirlas.
Es así como el psicólogo organizacional trata de
conocer más a fondo el comportamiento humano, pero la esencia del método
científico consiste simplemente en que el psicólogo observa con atención,
escucha, mide y registra todo con objetividad, precisión e imparcialidad.
La
intervención del profesional, mejora el clima laboral, baja el estrés de sus
empleados y directivos, ayuda a desarrollar actitudes y competencias,
orientadas a la toma de decisiones y a la mejora de la imagen institucional lo
cual se traduce en una mejora cuantitativa y cualitativa de la gestión de la
empresa, en su imagen institucional y en el rendimiento de sus empleados.
En el
mundo moderno, con la nueva manera de hacer negocios, elementos como la Inteligencia
Emocional cobran una importancia crucial.
Para las
organizaciones, conseguir al más brillante en algún ámbito es cuestión de
tiempo y dinero, pero mucho más complicado será encontrar al más apto.
Esto
significa competencia técnica e Inteligencia
Emocional y ambas son competencias de las que se ocupa de
desarrollar la psicología.
En el
mundo empresarial se está cada día más convencido de que aquellas personas que
más alto o más rápidamente ascienden en sus carreras profesionales son aquellas
que poseen un mayor coeficiente de Inteligencia Emocional. La Inteligencia
General requiere tiempo y calma, la Inteligencia
Emocional rapidez.
El psicólogo organizacional puede
ocuparse de todas estas funciones:
Selección, Evaluación y
Orientación de personal
Formación y Desarrollo del
personal
Marketing y Comportamiento del
Consumidor
Condiciones
de Trabajo y Salud
Organización y desarrollo de
Recursos Humanos
Él será el encargado de
introducir la Inteligencia
Emocional dentro del área laboral para permitir desarrollar
aptitudes que lograrán un exitoso desempeño en quien pueda manejarlas
Estas son:
La
empatía
Percibir lo que otros sienten sin
decirlo es su esencia
La
influencia
El arte de la influencia requiere
manejar con efectividad las emociones ajenas).
El
contagio de las emociones
Cada uno influye en el estado de
ánimo de los demás.
Manejar
las emociones ajenas
Esta estrategia aprovecha
hábilmente el contagio emocional.
Manejo
de conflictos
Negociar y resolver desacuerdos
Liderazgo
Inspirar y guiar a individuos o
grupos
favorecer las condiciones que permitan superar los conflictos con las
fuerzas exteriores (otros competidores), internas (los trabajadores sindicados,
por ejemplo) y las peculiares del dinamismo de la propia organización.
INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO COMUNITARIO
Intervención psicosocial comunitaria: Para realizar
intervención psicosocial comunitaria, primero tendremos que reconocer que el
hombre como ser social, crea y recrea la sociedad a la cual pertenece, la misma
que lo regula a través de sus diferentes normas. Es así, como la concepción de
la sociedad ha evolucionada como ella misma a través de las diferentes épocas.
En Roma por ejemplo, se concebía la sociedad como, un grupo voluntario de
personas que tienen objetivos compartidos, para Aristóteles la sociedad era un
organismo vivo, mientras para el cristianismo representado por Tomas de Aquino,
la sociedad era una totalidad orgánica, regulada por fuerzas trascendentes.
Durante el siglo XVI, se concibe a la sociedad como
una totalidad en construcción de orden artificial, en la época de la
industrialización el concepto de sociedad está definida como el conjunto de
productores y no productores, mientras Augusto comte enmarca las sociedades
determinadas por el tiempo y el espacio, de donde se originarían las sociedades
estáticas y dinámicas.
Es apenas en el siglo XIX, cuando la sociedad se
concibe como conjunto de relaciones sociales observables, como una totalidad de
estructuras sociales independientes, conceptos influenciados desde el
funcionalismo por el positivista Emilio Durkheim, quien marca lineamientos
importantes, para diferenciar sociedad de comunidad, asignando a esta última
como un subconjunto de la sociedad con construcciones colectivas en común. Ya
para el siglo XX, hasta hoy la sociedad es un sistema de convivencia entre diferentes
personas y grupos con una estructura específica, la cual conforma la base de la
dinámica social, al interior de la cual se desarrollan diferentes roles, de tal
manera que, la dinámica social es, la interacción que se dan entre los individuos
y los diferentes grupos o parcialidades de la sociedad a través de las cuales
se expresan los diferentes requerimientos sociales.
Desde esta concepción, la intervención comunitaria
atañe tanto a la sociedad como a la comunidad, ya que las sociedades se
clasifican y determinan de diversas maneras, según el punto de vista desde el
que se inspeccionen, teniendo en cuenta que, éstas se diferencian mas por su
propia cultura, que por sus diferentes estructuras o funciones.
Lo que si se considera pertinente al momento de
realizar cualquier intervención comunitaria es diferenciar las sociedades
simples, de las sociedades complejas, ya que las primeras aluden a grupos
sociales relativamente pequeños y geográficamente delimitados, cuyos miembros observan
interacción directa entre ellos, comparten la misma herencia social, con
predominancia de esfuerzos cooperativos, además de que la especialización en su
interior es poca y se gesta en ella unidad social cohesiva, donde las
tradiciones controlan el comportamiento de los miembros
del sistema social, de tal modo que la cultura permea
la mayoría de los comportamientos, los cuales están relacionados más con lo
sagrado que con las creencias y valores seculares, aspectos, que hacen que allí
las personas generen dependencia unas con otras y se rijan generalmente por
valores tradicionales y por costumbres no formales.
En contraposición a las sociedades simples, las
sociedades complejas, se caracteriza por, habitar en espacios geográficamente
próximos, porque sus miembros sostienen poca interacción unos con otros, a tal
punto de tocar el anonimato, la interdependencia esta basa en la funcionalidad
y en la realización de tareas especializadas, lo que hace que el esfuerzo
cooperativo sea poco.
Además de que
las sociedades complejas se caracterizan por observar un profundo cambio
cultural de una generación a otra, tener diversidad cultural con presencia de
subculturas, (las cuales algunas veces son más fuertes que los lazos del
sistema cultural principal), construir vínculos familiares inestables, poseer
variabilidad en la movilidad social y rigidez en su accionar interno; Aspectos
que favorece en gran parte la desintegración de estas sociedades, las cuales a
su vez suelen observar comportamientos inscritos dentro de la instrumentalidad,
pues para los miembros de las sociedades complejas, la reflexión y
experimentación son instancias no solo deseables sino necesarias y la riqueza
es eje posibilitador de estatus, de poder político, socioeconómico y de
prestigio social.
Por consiguiente en este tipo de intervención
psicosocial, el sujeto a la vez que es protagonista de su desarrollo es
coparticipe del desarrollo de otros, en tanto participa en el control de su
entorno a la par que trabaja por sus propios objetivos, lo que va en la vía de
la promoción de la salud y el bienestar individual y colectivo.
Dado que, la intervención psicosocial en la comunidad
enfatiza sus metas en el incremento del bienestar social y la mejora de la
calidad de vida de los ciudadanos que la conforman, bajo una acción orientada
por la promoción de la competencia de los grupos y las comunidades buscando
estudiar sus problemas y generar recursos para superarlos, le resulta inherente
a su accionar el trabajo de investigación social e intervención comunitaria,
desde una perspectiva preventiva y proactiva, óptica desde la cual una de las finalidades
más importantes de la intervención psicosocial con las comunidades es la
prevención, focalizada en grupos de riesgo o grupos significativos con respecto
a una determinada problemática tratada.
INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO FAMILIAR
Intervención psicosocial en las familias: Para captar
la importancia de la intervención psicosocial en el campo familiar, es
necesario retomar la esencia de la familia no solo como, la célula de la
sociedad sino, como aquella entidad asociada directamente a la causa y el
efecto de la enfermedad mental, en tanto es la matriz de la socialización
primaria con dinámica interna y compleja que circunda a sus miembros y que
encarna una dinámica propia, donde se pueden encubar todos aquellos elementos
psicosociales, que requieren de una debida elaboración para el sano desarrollo
individual y familiar. Máxime cuando toda acción profesional que se realce en
este campo, incide en el fortalecimiento o no de las funciones familiares, de
sus soportes funcionales y de los riesgos potenciales y actuales de las
familias.
En este sentido, al realizar intervención psicosocial
en el campo familiar, se debe partir de identificar las motivaciones personales
de cada miembro de la familia, analizar su dinámica interna, estructura de
roles, territorialidad es decir lugar donde habita la familia, disponibilidad
del espacio por miembro, características socio-culturales, expectativas
personales a corto, mediano y largo plazo y las condiciones de salud en general
etc., para así poder llegar a un construir un pre diagnóstico que dé cuenta de
los elementos básicos que permean la problemática familiar, haciendo una
exploración de la situación específica de la cual deriva la problemática,
contabilizando los elementos básicos y diferenciando los momentos críticos de
los traumáticos, lo que le permitirá al profesional que haga la intervención
identificar la situación de la que cual emerge el requerimiento de la misma.
Además la intervención psicosocial con las familias exige que se establezcan
metas claras a corto y mediano plazo, lo mismo que los indicadores objetivos,
ello permitirá que, estos mecanismos se conviertan en reguladores internos del sistema y ayuden a
determinar el progreso en el campo familiar.
También es posible la intervención psicosocial en el
sistema familiar, a través de la integración de la familia en redes de apoyo
social, la mejora de las relaciones personales del grupo familiar, la conexión
con otros recursos sociales, el desarrollo de habilidades parentales para
padres que tienen problemas de competencia para la crianza de sus hijos o desde
una perspectiva más preventiva en escuelas de padres dirigidas a la comunidad
en general.
Se considera importante nombrar que, son mecanismos
facilitadoras para el acompañamiento psicosocial a la familia, tanto las
técnicas de trabajo grupal como individual, pautas educativas y desarrollo
estilos de comunicación eficaces, acompañados con mecanismos accesibles para
mejorar las relaciones de ayuda y expresión de la afectividad.
INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL CONTEXTO JURIDICO
La Psicología Jurídica, Comprende el estudio, explicación, promoción,
evaluación, prevención y asesoramiento y/o tratamiento de aquellos fenómenos
psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento
legal de las personas, mediante la utilización de métodos propios de la psicología
científica y cubriendo por lo tanto distintos ámbitos y niveles de estudio e
intervención.
CAMPOS DE ACCIÓN
La psicología jurídica Aplicada a en los siguientes campos:
1. cárceles: Consiste en el estudio científico del comportamiento, el temperamento,
el carácter, las actitudes, las motivaciones calificando y evaluando los rasgos
de personalidad del interno.
2. Menor infractor: Se encarga del asesoramiento, información y la realización
de seguimientos de la situación del menor infractor y cuáles son las
posibilidades de reeducación y tratamiento.
3. Procesos de separación y divorcio: Permite a los psicólogos asesorar al juez
en los procesos de separación y divorcio en lo relacionado con la situación de
los hijos, nulidad, matrimonio de menores, entre otros. Igualmente en los casos
sobre adopciones.
4. Victimología: Consiste en la atención, tratamiento y seguimiento de víctimas
y la planificación y prevención de los grupos de riesgo.
5. Resolución de conflictos: Permite organizar espacios adecuados de comunicación
que ayuden a manejar los conflictos. Ser mediador favorece la interrelación y
la consolidación de los acuerdos.
6. Psicología judicial (testimonio, Otro campo donde han surgido numerosos
estudios ha sido el del Testimonio, este es el conjunto de conocimientos que
basados en los resultados de las investigaciones de los campos de la Psicología
Experimental y la Psicología Social intentan determinar la calidad (exactitud y
credibilidad) de los testimonios que sobre los delitos, accidentes sucesos cotidianos,
prestan los testigos presenciales.
INTERVENCION PSICOSOCIAL EN EL
CONTEXTO EDUCATIVO
"su
objeto principal es la comprensión y el mejoramiento de la educación" La intervención psicosocial
en el contexto educativo, exige que, el profesional que intervenga, despliegue
su accionar en lineamientos pedagógicos en los diferentes contextos donde interviene,
máxime cuando hoy la educación se ha convertido en una institución básica para
estructurar las relaciones sociales, por la que casi la totalidad de los
individuos transitan, conllevando la labor educativa, un trabajo político donde
intervienen el punto de vista interpersonal, intrapersonal, aspectos culturales,
disciplinares y de contexto, implicando el proceso educativo a la vez cuestiones
sociales que afectan plenamente al ámbito tanto teórico, practico, como social
y comunitario.
Esta visión integral de la
educación reclama con urgencia en este escenario, intervenciones psicosociales,
que integren en su accionar elementos intrínsecos al conjunto de los estamentos
o sectores educativos y sociales, así como de instituciones técnicas, medios de
comunicación y todas aquellas esferas que hagan parte del escenario educativo,
solo así los científicos sociales estarán asumiendo la educación como una
auténtica responsabilidad colectiva, ello teniendo en cuenta que la educación
representa uno de los pilares de la sociedad y es motor dinámico de todo cambio
social.
Tal visión integral de la
educación o más bien podría decirse socioeducación, van en concordancia con los
planteamientos de M. Scheler, K. Jaspers y J. Maritain y X. Zubiri, (Hoffman,
1996), quienes propugnan por una educación social desde la antropología, el
humanismo integral, lo existencial y desde el proyecto personalista, esto
complementado con los postulados de P.Freire, quien defiende una educación como
un mecanismo de concienciación comprometida a favor de los más desfavorecidos.
En esta perspectiva la intervención psicosocial en el campo educativo, debe
enfocarse a trazar su accionar desde la construcción social, abocándose a
realizar Intervenciones
grupales inherentes al
proceso educativo y concibiendo a la pedagogía social, simultáneamente como
ciencia y como proceso. Ciencia en cuanto forma parte tanto de las ciencias
pedagógicas como de las ciencias sociales y proceso en tanto que representa el
modo como la persona se integra en la sociedad, de este modo la intervención
psicosocial en el contexto educativo se puede
abordar de dos formas, la
primera tiene relación con la intervención y la segunda con la evaluación.
Desde el campo de la
intervención psicosocial, esta cobra vitalidad y sus efectos se sienten ya sea
de forma directa o indirectamente en el proceso educativo, por medio de
acciones en el campo comunitario; intervención en infancia, juventud y tercera
edad; en contextos marginales; en capacitación y en formación referida a
valores y compromiso social, es decir las labores básicamente son
socioeducativas Por otra parte se pude centrar la intervención psicosocial en
la reflexiónacción sobre el comportamiento humano, dado en referencia a
situaciones educativas, en el desarrollo de las capacidades de las personas,
las instituciones, familias, en los grupos y sistemas sociales reglados y no
reglados etc. Así mismo a nivel educativo, se pude intervenir psicosocialmente,
apoyando todos los procesos psicosociales que afectan el aprendizaje, o que
de este se derivan,
independientemente de su origen ya sea personal, grupal, social o de salud etc.
Asimismo es pertinente la
intervención psicosocial en el campo educativo para, promover la participación
institucional, planificar, desarrollar y evaluar los procesos de orientación y
asesoramiento profesional y vocacional, así como para la elaboración de métodos
de aprendizaje, además de servir como metodología preventiva, acta para
prevenir las consecuencias que pueden generar la diferencia entre las necesidades
educativas de la población y las respuestas emitidas por los sistemas sociales
y educativos. Siguiendo este enfoque preventivo, las intervenciones
psicosociales en el campo educativo, contemplan tanto el asesoramiento a
agentes educativos (educadores, padres etc.) como el desarrollo de programas
específicos de capacitación en esta dirección, (Capacitación afectivo-sexual,
prevención del consumo de sustancias psicoactivas, etc.), además de aportar
elementos didáctico – educativos sobre las áreas evolutivas, cognitivas,
afectivas, comporta mentales, psicosociales e institucionales entre otras.
Dicho de otra manera, desde
la intervención psicosocial en el contexto educativo, también se puede hacer
análisis de la realidad educativa, y de los factores sociales y culturales que
influyen en el proceso enseñanza aprendizaje, además de que, interviene en la
prevención socioeducativa, impulsando la cooperación y coordinación de los
servicios, instituciones, organizaciones y sociales del entorno, como si fuera
poco quien haga intervención psicosocial en este campo, también puede
participar en el diseño e implementación de planes de intervención comunitaria
en el ámbito territorial, local y nacional.
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